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Normativa europea sobre bicicletas y patinetes eléctricos
Resumen
La normativa de la Unión Europea (UE) sobre bicicletas eléctricas y los patinetes son fundamentales para configurar el panorama emergente de la micromovilidad en Europa. A medida que la población urbana busca cada vez más opciones de transporte sostenibles y eficientes, las bicicletas y los patinetes eléctricos han ido ganando popularidad, lo que ha hecho necesario un marco normativo coherente que garantice la seguridad, el cumplimiento de la normativa y la responsabilidad medioambiental. El notable aumento de estos vehículos ha dado lugar a diversas medidas reguladoras destinadas a armonizar las normas en todos los Estados miembros de la UE, incluidas las clasificaciones basadas en la potencia de salida, las características operativas y los requisitos de seguridad descritos en normativas como EN 15194 y EN 17128.
La importancia de esta normativa se ve acentuada por el doble objetivo de fomentar la innovación en el transporte urbano y hacer frente a los retos medioambientales, como la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y la congestión del tráfico. Mientras las ciudades lidian con la afluencia de servicios compartidos de e-scooter y e-bikes privadas, la normativa de la UE trata de crear un enfoque equilibrado que promueva la movilidad activa al tiempo que garantiza la seguridad de los usuarios. Sin embargo, este panorama normativo está marcado por controversias, como los retos que plantean las diferentes normas nacionales, que pueden generar confusión entre los usuarios y complicaciones para los fabricantes que intentan navegar por los diferentes requisitos de cumplimiento.
La evolución de la normativa también ha suscitado debates sobre la seguridad, las necesidades de infraestructuras y el impacto medioambiental. Aunque la normativa fomenta la adopción de la micromovilidad eléctrica, también pone de relieve los riesgos potenciales asociados a su uso, como accidentes y lesiones. En e-scooter se expande, la necesidad de medidas de seguridad estandarizadas y de campañas de concienciación pública se hace cada vez más vital para fomentar prácticas de conducción seguras y mitigar los riesgos.
En respuesta a estos retos, iniciativas como Micro-Mobility for Europe (MMfE) abogan por la armonización de las normativas en toda la UE, haciendo hincapié en la importancia de integrar las e-bicis y los e-scooters en los sistemas de transporte urbano para alinearse con objetivos de sostenibilidad más amplios. La continua evolución de la normativa de la UE refleja un esfuerzo dinámico por equilibrar la creciente demanda de movilidad eléctrica con los principios esenciales de seguridad, protección del medio ambiente y educación de los usuarios, garantizando un futuro sostenible para el transporte urbano en Europa.
Antecedentes históricos
El auge de las bicicletas y los patinetes eléctricos en Europa se debe a la creciente demanda de medios de transporte urbano eficientes y sostenibles. A principios de la década de 2010, ciudades de toda Europa empezaron a ser testigos de un cambio significativo en las preferencias de transporte, con las bicicletas y los patinetes eléctricos ganando popularidad como alternativas a los coches. En este cambio influyó en gran medida la necesidad de reducir la congestión del tráfico y las emisiones de gases de efecto invernadero en las zonas urbanas.
En 2019, muchos países europeos, incluidos Francia, España y el Reino Unido, comenzaron a implementar regulaciones para gestionar el floreciente mercado de e-scooters, que atraía a un grupo demográfico principalmente joven debido a la comodidad y velocidad que ofrecen estos vehículos. Esto marcó un paso crucial hacia el reconocimiento formal y la regulación de los e-scooters como medios de transporte legítimos.
En 2021, Corea del Sur revisó su Ley de Tráfico Vial para normalizar el uso de los e-scooters, lo que refleja una tendencia más amplia de los gobiernos que intentan crear marcos cohesivos para la gestión de soluciones de movilidad eléctrica. En mayo de 2023, entró en vigor en Irlanda la nueva normativa Road Traffic and Roads Act 2023, que define los e-scooters y las e-bikes como Powered Personal Transporters (PPT) y establece parámetros para su uso legal en la vía pública.
Además, la Unión Europea estableció la norma EN 15194, que regula las especificaciones técnicas de las bicicletas eléctricas y exige el cumplimiento de criterios de seguridad y rendimiento. Este marco normativo se perfeccionó con la introducción de nuevas clasificaciones para las bicicletas eléctricas más potentes, que exigen la concesión de licencias y el registro en condiciones específicas. La armonización de estas normativas en todos los Estados miembros de la UE sigue evolucionando, a medida que las autoridades reconocen la necesidad de medidas de seguridad y directrices para los usuarios de dispositivos de movilidad eléctrica.

Clasificación de las bicicletas y scooters eléctricos
Las bicicletas y patinetes eléctricos se clasifican en función de sus características de diseño y funcionamiento, que influyen en la normativa que regula su uso en las distintas jurisdicciones.
Bicicletas eléctricas
Definiciones y normas
Las bicicletas eléctricas, comúnmente denominadas e-bikesse clasifican en función de su potencia y modo de funcionamiento. La Unión Europea distingue entre distintos tipos de bicicletas eléctricas según la norma EN 15194, que regula las bicicletas eléctricas asistidas (BEA). Se definen como bicicletas equipadas con un motor que proporciona asistencia hasta una potencia nominal continua de 0,25 kW, cesando la asistencia cuando la velocidad alcanza los 25 km/h o cuando el ciclista deja de pedalear.
Categorías de bicicletas eléctricas
Pedelecs: Se trata de bicicletas eléctricas que cumplen la norma europea EN 15194 y tienen un motor limitado a 250 vatios, que se activa únicamente pedaleando. Las pedelecs pueden circular donde están permitidas las bicicletas tradicionales.
Pedelecs de velocidad: Estas e-bikes tienen una potencia superior, de hasta 1 kW, y pueden asistir a los ciclistas hasta 45 km/h. Los velocípedos están sujetos a normativas diferentes, a menudo clasificados de forma similar a los ciclomotores, y pueden requerir seguro y matriculación.
Variaciones regionales
La normativa sobre bicicletas eléctricas puede variar mucho de una jurisdicción a otra. En Estados Unidos, por ejemplo, la legislación federal se impone a las leyes estatales más estrictas que la normativa federal sobre bicicletas eléctricas de baja velocidad. Esto ha creado un complejo panorama normativo en el que las definiciones y clasificaciones jurídicas pueden diferir considerablemente de un estado a otro.
Scooters eléctricos
Tipos y clasificaciones
Patinetes eléctricos, o e-scootersson vehículos ligeros y portátiles que han ganado popularidad en los servicios de micromovilidad compartida en zonas urbanas. Suelen clasificarse en función de su peso, la potencia del motor y el modo de funcionamiento. Por ejemplo, en muchos países europeos, los e-scooters deben cumplir restricciones específicas de peso y potencia, lo que garantiza que entran dentro de las definiciones legales establecidas para los dispositivos de micromovilidad.
Servicios compartidos de e-scooter
La introducción de e-scooter compartido ha dado lugar a distintas normas y clasificaciones operativas en toda Europa. Las empresas de e-scooters se enfrentan a menudo a dificultades debidas al mosaico de normativas, que puede afectar al diseño de los vehículos, las características de seguridad y los requisitos operativos. La falta de una certificación normalizada en todos los Estados miembros de la UE provoca incoherencias en el cumplimiento y la aplicación de la normativa.
Impacto medioambiental y uso
Aunque en general se considera que los e-scooters son una de las formas de movilidad urbana menos intensivas en carbono, sus beneficios medioambientales dependen de que sustituyan a los viajes en coche y no de que desplacen a otras formas de transporte sostenible, como la bicicleta o los desplazamientos a pie. La eficiencia de los e-scooters puede verse afectada por las prácticas operativas de las flotas compartidas, que pueden introducir costes ambientales adicionales en comparación con los modelos de propiedad privada.

Normativa clave
Norma EN17128
La norma EN17128 establece requisitos de seguridad y métodos de ensayo para los vehículos eléctricos ligeros personales (PLEV), incluidos los e-scooters. Especifica las marcas y la información necesarias para minimizar los riesgos de lesiones tanto para los conductores como para terceros cuando estos vehículos se utilizan según lo previsto o en situaciones previsibles de uso indebido. A pesar de su amplio contenido, la eficacia de la norma se ha visto obstaculizada por su variada aplicación en los distintos Estados miembros europeos, ya que carece de vinculación con la legislación europea específica. Esto ha dado lugar a desviaciones nacionales, dando lugar a un entorno normativo fragmentado que complica las operaciones de los operadores de micromovilidad y crea confusión entre los usuarios en relación con las normas de tráfico.
Normativa nacional
En respuesta a la evolución del panorama de la micromovilidad, varios países, como Irlanda, han empezado a aplicar nuevas normativas en su legislación nacional. Por ejemplo, la Ley de Tráfico y Carreteras 2023 de Irlanda introduce parámetros legales y técnicos para los e-scooters y las e-bikes, que entrarán en vigor el 20 de mayo de 2023. Esta normativa pretende aportar claridad y mejorar la seguridad vial de los usuarios de vehículos eléctricos ligeros, con una aplicación gestionada por las autoridades locales. La nueva normativa forma parte de una campaña de información pública más amplia para garantizar el uso seguro y legal de estos vehículos en la vía pública.
Esfuerzos de armonización de la UE
Para hacer frente a las incoherencias y la fragmentación del marco normativo, Micro-Mobility for Europe (MMfE) aboga por la armonización de la normativa sobre e-scooters en toda la UE. Esto incluye la posible incorporación de la norma EN17128 en el Reglamento de Máquinas, lo que ayudaría a garantizar una aplicación coherente en todos los Estados miembros. Además, el MMfE sugiere explorar un sistema europeo de homologación estructurado en torno a procedimientos de homologación ligeros, inspirándose en marcos nacionales de éxito como el alemán. Esta armonización se considera crucial para fomentar la innovación y apoyar los objetivos climáticos de la UE promoviendo la adopción de modos de transporte sostenibles.
Normativa futura
De cara al futuro, la UE se dispone a aplicar plenamente normativas actualizadas, como la EN 15194:2017+A1:2023, que regula las bicicletas eléctricas y se espera que repercuta en el panorama normativo más amplio de los vehículos eléctricos, incluidos los e-scooters. Esta exhaustiva revisión pretende estandarizar los parámetros legales y garantizar que todos los vehículos cumplan criterios específicos de seguridad y rendimiento en toda la UE. A medida que la normativa siga evolucionando, la integración de parámetros técnicos y de uso será clave para garantizar el funcionamiento seguro de los e-scooters y las e-bikes en toda Europa.

Cumplimiento y ejecución
Marco normativo
El cumplimiento de la normativa de seguridad es esencial para la fabricación y venta de bicicletas eléctricas (e-bikes), e-scooters y otros dispositivos de micromovilidad en el Espacio Económico Europeo (EEE) y fuera de él. En la UE, el marcado CE es obligatorio para estos dispositivos, lo que significa que cumplen las directivas y normas de seguridad aplicables. Este requisito ayuda a garantizar que los productos son seguros para los usuarios y cumplen las exigencias normativas. En Estados Unidos, se exige un cumplimiento similar en virtud de la norma 16 CFR Parte 305, que establece los requisitos de etiquetado energético para los dispositivos de micromovilidad.
Normas y pruebas de seguridad
Diversas normas regulan la seguridad y las prestaciones de los dispositivos eléctricos de micromovilidad. En particular, las normas UN 38.3 e IEC 62133 proporcionan directrices para probar las baterías de iones de litio, que se utilizan habitualmente en estos dispositivos. El cumplimiento de estas normas garantiza una evaluación rigurosa de la seguridad eléctrica, térmica y mecánica de las baterías, con lo que se minimizan los riesgos asociados a fallos de funcionamiento y accidentes. Además, la Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo de EE.UU. (CPSC) subraya la importancia de cumplir las normas de seguridad UL, incluida la UL 2272 para dispositivos personales de movilidad eléctrica y la UL 2849 para bicicletas eléctricas, con el fin de mejorar la protección y la seguridad de los consumidores.
Etiquetado e información al usuario
Un etiquetado y una certificación adecuados son cruciales para informar a los usuarios sobre las instrucciones y directrices de seguridad. En la UE, el marcado CE sirve como prueba de conformidad, mientras que en EE.UU., la obtención de certificaciones de laboratorios de ensayo reconocidos no sólo aumenta la confianza del consumidor, sino que también garantiza a los usuarios la seguridad y calidad del dispositivo. A medida que se introducen nuevas normativas, las campañas de información pública son esenciales para educar a los usuarios sobre sus responsabilidades y los requisitos legales para utilizar los e-scooters y las e-bikes de forma segura.
Variaciones nacionales y regionales
Aunque se está impulsando un sistema europeo normalizado de certificación de dispositivos de micromovilidad, persisten importantes variaciones en las normativas nacionales. Por ejemplo, algunos países, como el Reino Unido y Francia, han implantado medidas de conformidad específicas para las bicicletas eléctricas con arreglo a la norma EN 15194, mientras que otras naciones no aplican estas normas de manera uniforme. Esta divergencia complica el panorama para los fabricantes, que deben sortear múltiples normativas, lo que repercute en la entrada en el mercado y la seguridad de los productos.
Perspectivas de futuro
De cara al futuro, la Directiva sobre el seguro de automóviles actualizada de la UE, que entrará en vigor en enero de 2024, exige un seguro para los vehículos eléctricos ligeros que superen los umbrales definidos. Esto añade una nueva capa de complejidad al marco de cumplimiento, ya que los Estados miembros pueden interpretar y aplicar la Directiva de manera diferente. Con la introducción de normativas exhaustivas, incluida la próxima entrada en vigor de la norma EN 15194:2017+A1:2023 en agosto de 2025, el énfasis en el cumplimiento no hará sino intensificarse, fomentando un entorno más seguro para los usuarios de micromovilidad en toda Europa.
Normas de seguridad
Normativa de la Unión Europea
En la Unión Europea, los dispositivos de micromovilidad, incluidas las bicicletas y los patinetes eléctricos, se rigen por varias normas de seguridad destinadas a garantizar su funcionamiento y uso seguros. Son fundamentales las normas europeas EN 17128 y EN 15194, que establecen los requisitos de seguridad de las bicicletas eléctricas asistidas (EPAC) y otros vehículos eléctricos ligeros. El cumplimiento de estas normas garantiza que los dispositivos cumplan los criterios esenciales de seguridad relacionados con los sistemas eléctricos, el diseño mecánico y las prestaciones de frenado. Además, la Directiva sobre máquinas (2006/42/CE) y la Directiva sobre seguridad general de los productos (2001/95/CE) imponen estrictas directrices de seguridad en materia de evaluación de riesgos, etiquetado y trazabilidad de los productos, que los fabricantes deben cumplir.
Otras normativas pertinentes de la UE son la 2014/30/UE sobre compatibilidad electromagnética (CEM), la 2011/65/UE sobre restricciones a la utilización de sustancias peligrosas (RUSP) y la 2014/53/UE sobre equipos radioeléctricos, que se aplican cuando los dispositivos utilizan tecnologías radioeléctricas.
Normativa estadounidense
En Estados Unidos, la Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo (CPSC) establece normas de seguridad para los productos de micromovilidad con el fin de proteger a los consumidores. Una de las normas clave es la ASTM F2641-20 Standard Consumer Safety Specification for E-Scooters, que aborda aspectos de seguridad como la construcción, el etiquetado, los requisitos de rendimiento y los métodos de ensayo. La CPSC también fomenta el cumplimiento de las normas de Underwriters Laboratories (UL), incluida la UL 2849 para bicicletas eléctricas y la UL 2272 para hoverboards.
Seguridad de la batería
La seguridad de las baterías es un aspecto crucial de la normativa que regula las bicicletas y scooters eléctricos. Tanto la UE como EE.UU. destacan la importancia de las normas de seguridad que garantizan el funcionamiento fiable y la seguridad de los sistemas de baterías utilizados en estos dispositivos. En Europa, el cumplimiento de las normas adecuadas es fundamental para mitigar los riesgos asociados al mal funcionamiento y los fallos de las baterías.
Variaciones nacionales de la normativa
La normativa sobre dispositivos de micromovilidad varía mucho de un Estado miembro de la UE a otro. Por ejemplo, en Suecia es ilegal conducir scooters eléctricos en condiciones que mermen la capacidad del conductor para hacerlo con seguridad, incluso bajo los efectos de sustancias que puedan dificultar el juicio. En Austria, los patinetes eléctricos se clasifican en función de su velocidad máxima y potencia, con normas específicas para los que superan determinados umbrales, incluidos los requisitos de licencia y casco.
Consideraciones medioambientales
La adopción de bicicletas eléctricas (e-bikes) y patinetes eléctricos (e-scooters) es cada vez más reconocida por su impacto positivo en el medio ambiente. Estos modos de transporte contribuyen a una reducción significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero, con estudios que indican que un aumento de 5% en los viajes realizados en bicicletas y dispositivos de micromovilidad eléctrica en lugar de coches podría resultar en una reducción de 7% en las emisiones de CO2 a nivel mundial. Además, las e-bikes pueden disminuir el consumo de energía hasta en 93% y la contaminación atmosférica en 95% en comparación con los vehículos tradicionales.
Impacto en las infraestructuras
La expansión de las bicicletas y patinetes eléctricos (e-scooters) en las zonas urbanas tiene un impacto significativo en la planificación y gestión de las infraestructuras. Con el aumento de usuarios de movilidad activa y la proliferación de dispositivos de micromovilidad, las ciudades se enfrentan al reto de mejorar sus sistemas de transporte para acoger eficazmente estos nuevos modos de transporte.
Integración del transporte urbano
Para fomentar el uso de la marcha a pie, la bicicleta y la micromovilidad, la Unión Europea ha elaborado una serie de directrices destinadas a mejorar la calidad, la seguridad y la accesibilidad de las infraestructuras. Estas medidas se centran en la integración de estos modos en los sistemas de transporte existentes y en los protocolos de gestión del tráfico, facilitando así una transición fluida entre los distintos métodos de transporte. La integración implica el diseño de planes de redes de infraestructuras para ciclistas y peatones y el establecimiento de normas en documentos orientativos de diseño que conecten estos modos con los sistemas de transporte público.
Requisitos de infraestructura
La mejora de las infraestructuras exige abordar requisitos específicos para la integración segura de las e-bicis y los e-scooters en los sistemas de tráfico urbano. Esto incluye explorar las condiciones en las que estos vehículos pueden gestionarse eficazmente mediante sistemas de semáforos y tecnologías de gestión del tráfico. Además, se anima a las ciudades a establecer zonas de aparcamiento controladas digitalmente para gestionar el estacionamiento de los e-scooters, mitigando así el desorden en las calles y garantizando la seguridad de los usuarios vulnerables.
Aparcamiento y asignación de espacios
La introducción de los e-scooters ha suscitado debates sobre la distribución del espacio en las zonas públicas. Los e-scooters pueden contribuir a la congestión vial y, sin una gestión adecuada, pueden obstruir las vías, afectando a peatones y otros usuarios vulnerables. Las ciudades están reasignando cada vez más plazas de aparcamiento para dar cabida a los e-scooters y estableciendo centros de movilidad que integran varias opciones de transporte, como e-scooters, bicicletas y estaciones de car-sharing conectadas con el transporte público. Esta reasignación es crucial para mejorar la habitabilidad general de los entornos urbanos.
Consideraciones medioambientales
Se espera que el cambio hacia la micromovilidad eléctrica reduzca significativamente las emisiones urbanas. Proyectos como la iniciativa LIFE2M pretenden aumentar la adopción de vehículos de micromovilidad en las ciudades europeas, con las previsibles reducciones del consumo de energía, la contaminación atmosférica y las emisiones de CO2. Este cambio se ajusta a las políticas de la UE que persiguen la neutralidad climática y unos sistemas de transporte urbano sostenibles.
Seguridad y normativa
Aunque la infraestructura para las bicicletas y patinetes electrónicos sigue desarrollándose, la seguridad sigue siendo una preocupación primordial. Aunque el uso del casco no es obligatorio en algunas jurisdicciones, se recomienda encarecidamente para mitigar el riesgo de lesiones entre los ciclistas. Además, las autoridades locales están facultadas para establecer normas sobre el número máximo de e-scooters permitidos en determinadas zonas, lo que subraya aún más la necesidad de una planificación y gestión integrales para garantizar un uso seguro y eficiente de los espacios públicos.
Evolución futura
Marco legislativo y coordinación
Se espera que la evolución futura de la regulación de las bicicletas eléctricas (e-bikes) y los patinetes eléctricos (e-scooters) esté determinada en gran medida por la evolución de los marcos legislativos tanto a nivel de la Unión Europea (UE) como nacional. En particular, la Ley Europea del Clima, establecida en virtud del Reglamento (UE) 2021/1119, persigue la neutralidad climática y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, y la movilidad activa (a pie y en bicicleta) desempeña un papel vital en la consecución de estos objetivos. A medida que las ciudades trabajan para mejorar sus estrategias climáticas, se hace cada vez más hincapié en la integración de la marcha a pie, la bicicleta y la micromovilidad en las redes de transporte multimodal.
Adopción de tecnologías inteligentes
Se prevé que la integración de tecnologías inteligentes facilite la gestión eficaz del tráfico y mejore la seguridad y la usabilidad de las e-bicis y los e-scooters. Las iniciativas en curso explorarán las condiciones para incorporar estos vehículos a los sistemas de gestión del tráfico, incluida la sincronización de los semáforos para mejorar su integración en los marcos de movilidad urbana. Además, se ampliará el uso de los sistemas cooperativos de transporte inteligente (C-ITS) para incluir las e-bicis y los dispositivos de micro-movilidad, aumentando así su cuota modal y su seguridad en entornos urbanos.
Mejoras en las infraestructuras
Para dar cabida a la creciente popularidad de las bicicletas y patinetes electrónicos, es necesario mejorar las infraestructuras. Esto incluye el desarrollo de redes ciclistas y peatonales que conecten a la perfección con los sistemas de transporte público. Los resultados esperados incluyen un aumento de 30% en los desplazamientos diarios realizados a pie o en bicicleta en las ciudades seguidoras a medida que adoptan políticas que promueven la movilidad activa. Como parte de esta evolución, se establecerán políticas de movilidad activa locales, regionales y nacionales, que contribuirán al marco general que apoya el crecimiento de la movilidad eléctrica en toda Europa.
Regulación y sostenibilidad de las baterías
El próximo Reglamento de la UE sobre baterías, cuyo objetivo es promover prácticas sostenibles para las baterías a lo largo de su ciclo de vida, es especialmente relevante para el sector de la movilidad eléctrica. Este reglamento es esencial para garantizar la seguridad y sostenibilidad de las baterías utilizadas en aplicaciones de micromovilidad compartida, en consonancia con los objetivos más amplios de descarbonización del transporte. Las partes interesadas del sector de la micromovilidad han expresado su preocupación por las actuales propuestas legislativas y abogan por un marco coherente que refleje la naturaleza evolutiva del sector y apoye al mismo tiempo los objetivos de sostenibilidad de la UE.
Concienciación pública y cumplimiento
A medida que entren en vigor nuevas normativas, como las establecidas en virtud de la Ley de Tráfico y Carreteras de 2023 en Irlanda, las campañas de información pública serán cruciales para educar a los usuarios. acerca de prácticas seguras en el uso de scooters y bicicletas eléctricas. Se espera que la aplicación de esta normativa por parte de las autoridades locales mejore la seguridad y el cumplimiento entre los usuarios, fomentando aún más la adopción de estos medios de transporte.
Obras citadas
El debate en torno a la normativa de la UE sobre bicicletas y patinetes eléctricos abarca una amplia gama de estudios y publicaciones que ponen de relieve su impacto ambiental, los avances legislativos y los patrones de uso. La investigación realizada por Hawkins et al. (2012) revisa los impactos ambientales de los vehículos híbridos y eléctricos, proporcionando conocimientos fundamentales relevantes para el discurso sobre la micromovilidad eléctrica.
La Oficina Federal de Estadística de Alemania (2021) informó de que, en 2020, 68% de las personas empleadas se desplazaban en coche, lo que subraya la importancia de modos de transporte alternativos como las bicicletas y los patinetes eléctricos. Un estudio comparativo de Moreau et al. (2020) evalúa los e-scooters sin muelle y su potencial como soluciones de movilidad verde, indicando su papel en la reducción de la dependencia de los vehículos tradicionales.
También se han documentado avances legislativos, como la aprobación por parte del Senado del Estado de Nueva York del proyecto de ley S3997 en 2015, que aclaraba la definición de bicicleta eléctrica asistida. A pesar de estos avances, otras iniciativas, como un proyecto de ley de legalización en 2019, se enfrentaron al veto del gobernador.
Además, la Unión Europea ha introducido varios marcos normativos destinados a mejorar la movilidad urbana sostenible. Entre ellos se encuentran la Estrategia de Movilidad Sostenible e Inteligente (COM(2020) 789 final) y el Pacto Verde Europeo (COM(2019) 640 final), que en conjunto hacen hincapié en la necesidad de soluciones de transporte innovadoras dentro de los entornos urbanos.
Los recientes avances en las normas de seguridad también son pertinentes, con la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo de EE.UU. destacando la importancia del cumplimiento de las normas de seguridad UL para dispositivos de micromovilidad. A medida que evolucionan estas normas, la investigación en curso sigue evaluando los impactos socioeconómicos y las consideraciones de seguridad del uso compartido de e-scooters, en particular entre grupos demográficos específicos como los estudiantes universitarios en Braga.
Este conjunto de trabajos refleja el enfoque polifacético necesario para abordar con eficacia los retos y oportunidades asociados a las bicicletas y patinetes eléctricos en el contexto de la movilidad urbana y la sostenibilidad medioambiental.
Lecturas complementarias
Investigación sobre el uso del e-scooter
Varios estudios exploran los factores determinantes del uso compartido del e-scooter, en particular entre los estudiantes universitarios de Braga (Portugal). Estas investigaciones ponen de relieve que el aumento del número de carriles bici se correlaciona con una mayor adopción del e-scooter. La investigación también se extiende más allá de las poblaciones estudiantiles para analizar las tendencias de la comunidad en general y sugiere medidas políticas para mejorar la utilización del e-scooter en entornos urbanos.
Impacto medioambiental de la movilidad eléctrica
Las evaluaciones del ciclo de vida (ECV) proporcionan información sobre el comportamiento medioambiental de los vehículos eléctricos de dos ruedas. Los estudios indican que las bicicletas y los patinetes eléctricos presentan soluciones de movilidad urbana más limpias que los vehículos tradicionales. Las investigaciones muestran que la integración de vehículos eléctricos ligeros puede contribuir significativamente a los objetivos de descarbonización de las ciudades, con un potencial de reducción sustancial de las emisiones de carbono para 2030.
Seguridad y conformidad
A medida que aumenta la popularidad de los dispositivos eléctricos de transporte personal, resulta crucial garantizar el cumplimiento de las normas de seguridad. La normativa clasifica estos dispositivos en función de su velocidad y potencia, orientando a fabricantes y usuarios sobre las normas de seguridad. El refuerzo de las medidas de seguridad, incluida la cobertura de seguros para los usuarios de micromovilidad, refleja una creciente concienciación de los riesgos asociados.
Tendencias del mercado y demografía de los usuarios
Los análisis de mercado revelan que los grupos demográficos más jóvenes prefieren cada vez más los métodos de transporte sostenibles, optando por los patinetes eléctricos y las bicicletas en lugar de los coches. Este cambio no solo influye en la planificación y las políticas urbanas, sino que también plantea retos y oportunidades para el desarrollo de infraestructuras, sobre todo a la hora de satisfacer las necesidades de los usuarios de scooters eléctricos.
Evaluaciones y normas de seguridad
Para los fabricantes, el cumplimiento de normas de seguridad como ANSI/CAN/UL 2272 es esencial para garantizar el funcionamiento seguro de los productos. dispositivos de movilidad eléctrica. Los procesos de ensayo y certificación evalúan diversos componentes, incluida la seguridad eléctrica y contra incendios, contribuyendo a la protección del consumidor en el mercado en expansión del transporte electrónico.